Dentro de los informes financieros de cualquier empresa, uno de los más importantes y destacados es el balance general o estado de situación, esto es debido a que permite obtener una especie de fotografía contable del momento que se analiza.
El balance general muestra los datos de todo lo que tiene la organización, lo que debe y de su patrimonio, esta información es proporcionada al registrar el detalle y valor de los tres elementos que lo conforman: el activo, el pasivo y el patrimonio.
La representación de estos tres elementos se basa en la ecuación contable:
Activo = Pasivo + Patrimonio
Su presentación puede realizarse de varias maneras, siendo las más comunes la forma horizontal y la forma vertical, en todo caso siempre se respetará la inclusión de tres partes:
- El Encabezado: donde se identifica la empresa, el nombre del estado financiero, en este caso balance general, el período que abarca, la moneda y su redondeo, en caso de ser necesario
- El cuerpo: en donde se expresan las partidas que componen cada uno de sus elementos con su valor monetario
- El pie: en donde se presentan los nombres y firmas de las personas que han intervenido en su formulación, es decir, quién lo elaboró, quién lo revisó y quién lo aprobó
Su importancia radica básicamente en que es una valiosa herramienta para la toma de decisiones ya que, refleja lo que tiene la empresa, cuánto y en qué ha invertido, además de cómo lo ha adquirido: con su propio capital o a través del financiamiento de terceros.
Aunque su elaboración es generalmente anual, denominándose balance final o de cierre, también pueden formularse balances de apertura al iniciar un nuevo período o balances parciales en el transcurso del ejercicio económico, en este caso, su periodicidad frecuentemente es semestral, trimestral o mensual.
Presentación del Balance General
El formato más usado por las empresas muestra los activos al lado izquierdo y, los pasivos y el patrimonio del lado derecho. Los activos son ordenados de mayor a menor liquidez, los pasivos son registrados de mayor a menor exigibilidad.
El balance “está cuadrado” cuando el valor de activos iguala la sumatoria de pasivos y patrimonio, cumpliendo la ecuación contable.
Ejemplo
Un breve análisis de este balance general refleja que la empresa invirtió $4.600 donde $1.600 son a corto plazo y, $3.000 a largo plazo generados por la adquisición de activos no corrientes. El financiamiento de $4.600 proviene de recursos de terceros ($500 a corto plazo y $200 a largo plazo) y propios ($3.900 a corto y largo plazo).
La empresa debe considerar adquirir activo corriente, especialmente mercancía, en lugar de invertir capital interno en activos fijos y dejar de emplear este capital y sus utilidades para solicitar préstamos bancarios o a terceros.